Después de un tiempo estoy de nuevo escribiendo... que es una de las cosas que mas placer me da.

Esta Semana Santa FUE INCREÍBLE PARA MI... PARA MI FAMILIA TODA... después de siete meses de no estar juntos, nos reunimos y el amor filial obró maravillas en cada uno de nuestros corazones.

Pascuas, paso... cambio... y es así como debemos sentirnos, cambiar y siempre para bien... enfrentando nuevos desafíos, volando en el tiempo, poniendole ojos a nuestra memoria, atesorando lo aprendido... cambiando siempre cambiando para que la vida fluya .

A cada instante hay una transformación en la la vida y el mundo, en la de los seres humanos en el universo en general , aunque a veces no lo advirtamos en el vértigo en el que nos desaarrollamos.

Anthony de Melo en uno de sus maravillosos escritos hacía la siguiente reflexión... de joven yo era un revolucionario... quería cambiar el mundo... a medida que me iba haciendo adulto caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado logrado cambiar a una sola alma.

Transformé entonces mi oración... y dije Señor, dame la gracia de transformar a cuantos tomen contacto conmigo... aunque sea solo a mi familia y a mis amigos, con ésto me daré por satisfecho.

Han pasado los años, y en ésta etapa de la vejez, mi única oración es: Señor... dame la gracia de cambiarme a mi mismo...
¡Si hubiera orado siempre así no hubiera malgastado mi vida!

¡ Cuánta enseñanza y sabiduría en éste texto!.. al cambiar cada uno de nosotros, el resto cambia magicamente.

Mi reflexión final en éste tiempo pascual es que nos miremos interiormente, realizando una reflexión profunda,, para que de ésta manera TRANSFORMEMOS los ambientes en donde desarrollamos nuestras vida.
Nada fácil ésta EXPERIENCIA , pero enriquecedora, solo debe habitarnos lo positivo de TODOS Y DE TODO.

¡ Vale la pena intentarlo!

Nos encontramos en la pr+oxima
Mamá Maga