A veces nos impiden ser felices y hasta nos privan de gozar de tantas cosas maravillosas que este presente nos ofrece:VIDA, AFECTOS, SALUD, TRABAJO... que por poseerlos no los valoramos en la magnitud de la esencia de los mismos.

Esos temores nos acompañan desde siempre, de la mano en nuestra infancia... otros se presentan hoy, y algunos no llegaron... ya nos agobian de solo pensarlos y anticiparlos.

George Bernard Shaw nos alienta con la frase siguiente: Sé como el sol y la pradera, a los que tienen sin cuidado la inminente llegada del invierno.

Todos deseamos sentir la vida... nos apuramos, gritamos, desesperamos, manejándonos con pautas equivocadas... hay que caminar despacio para llegar pronto... demos todos los días un paso nuevo, con fe, avanzando, con la luz de nuestros ideales, la que debe estar encendida siempre... con alegría, pero vivida con intensidad y que no se diluya en los albores de las próximas horas o días.

Cuando estén en la soledad de sus pensamientos, piensen en sus objetivos, visualicen y caminen paso a paso, y cada uno de ellos que sea nuevo en su intencionalidad... el hombre que mira con fe tiene una visión distinta.

Tengan presente que todo desierto puede convertirse en paraíso si nuestra fe y convencimiento tiene profundas raíces.

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Mamá Maga