Las variables de éstas características son: los medios de comunicación existentes y los grupos de alumnos que recibimos anualmente, todos diferentes con historias de vida y estímulos que motivan cambios a cada instante.

En ésa realidad con la que convivimos, es ideal realizar y planificar dentro de las opciones aulicas, aulas-talleres.
En el aula taller, el que enseña, orienta, pero no solo en los contenidos de su materia, sino para que cada alumno descubra su matriz de pensamiento, su modo de darse al grupo, su forma de enfrentar diversas situaciones, y a partir de ésta toma de conciencia actúe y se supere.

Un aula taller implica dominar ciertas técnicas, conocer al sujeto con el que interactuamos, enfrentar exigencias intelectuales y tener como algo imprescindible un compromiso filosófico vital: el alumno, niño, adolescente, joven.

Si se propicia ésta idea oficiaremos como multiplicadores en la formación de hombres abiertos, para que un futuro próximo, manejen alta tecnología, lleven a cabo investigaciones científicas, satisfagan necesidades alimenticias, educacionales, sanitarias, siempre con coherencia y salud mental necesarias para el bien común y el crecimiento personal.

En días próximos describiré las técnicas básicas para un aula-taller, aunque no tengo dudas que la mayoría de los lectores-docentes las saben.
Hoy solo quiero poner énfasis en los SI y los NO del aula-taller:

Si , al: